Un país "congelado": De "Jaime es como tú" a "Teves: Como eres de verdad"

La revolución chavista promete un "hombre nuevo". Tal vez sea que, siguiendo la conseja de Silvio Rodríguez, quiere "arar el provenir con viejos bueyes". Porque, cuando vemos o escuchamos el lema del triste e improvisado canal Teves -cuya única utilidad social sería salir del aire y dejar la frecuencia muerta- cómo regresamos a tiempos bastante superados.

No debería extrañarnos: el discurso de Chávez, mezcla de sabiduría popular, una erudición mal llevada y béisbol es una versión pálida de Rómulo Betancourt, su megalomanía es totalmente calco de la de Carlos Andrés Pérez.

Pero esto del lema es aún más interesante. Dice lo siguiente: "Teves: Como eres de verdad". ¿Cuánto lo separa del "Jaime es como tú"?

Jaime Lusinchi, pediatra, pero, sobre todo, el gran caudillo que tomó control de Acción Democrática después de la derrota bochornosa de Luis Piñerúa y llamado a recoger los frutos del desastre del Viernes negro, se nos vendió de esa manera.

En lo más positivo era falso. Mientras comenzaba a abrirse una brecha económica e intelectual entre los venezolanos, Jaime Lusinchi se había graduado de médico. Tenía una posición envidiable en uno de los dos partidos dominantes del panorama político venezolano. Pertenecía a una élite de la cual una mayoría desproporcionada quedaba afuera.

Pero apareció Blanca Ibáñez y salió el Jaime que era como nosotros. Jaime era mujeriego. Jaime humilló hasta que pudo a su esposa Gladys. Jaime dejó que su secretaria se pusiera hasta uniforme militar. Jaime se casó con su amante. Jaime se consumía en borracheras memorables que obligaba a edecanes y ayudantes cercanos a sacarlo a rastras de donde estuviera. Sí, lamentablemente, Jaime era como nosotros.

Ahora llega el canal usurpador y nos propone enseñarnos lo que realmente somos. ¿Cómo somos?

¿Gente que utiliza sin pagar derechos programación y luego tiene que pasar la pena de sacarlos de la grilla? ¿Mercenarios que por "cuatro lochas" se prestan para hacer leña del árbol caído, como Eduardo Franco, Carolina Gómez Ávila o Perucho Conde? ¿Resentidos como los ex-actores de la Radio Rochela que parecen espantos y en lugar de risa dan pena? ¿Personas de tan pésimo gusto que no pueden hacer ni siquiera una escenografía medianamente decente? ¿Ineptos que necesitan intimidar a los técnicos del canal cuya frecuencia usurpan para poder comenzar transmisiones?

Ya nos responderán los genios de Teves quienes somos. Pero, la reflexión es simple: de hombre nuevo, nada. Jaime es como tú y Teves, que es como decir, Chávez, es como tú.

Y en su peor rostro.

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