domingo, noviembre 19, 2006

Un análisis de escenarios electorales de Luis García Mora

"Ahora bien, amigo lector, hay un peligro.

De lado y lado. Gane Rosales o gane Chávez. Porque si gana Rosales y en las condiciones de Schoen: cerradito, tendrá por supuesto dos victorias, una política y otra electoral, pero en medio de una situación delicada que requerirá de todo el apoyo de las masas opositoras en la calle y del militar. Con el añadido de que ganará las elecciones pero tiene que gobernar el país con el chavismo controlando todas las instituciones y con 50% del respaldo electoral. Lo que, como decía alguien, sería la madre de todas las oposiciones.

O el otro escenario posible: que Chávez gane, pero en el esquema de Schoen, muy empatado, que tenga una victoria electoral y una derrota política. Que es el escenario más posible para él. Es decir, que gane con todas las consecuencias futuras de una victoria pírrica: que su liderazgo quede afectado y pierda el control sobre gran parte de sus partidarios, y se generen luchas y disputas.

Lo que para Rosales significaría la derrota electoral, por supuesto, pero indudablemente una victoria política, en la que, como decía alguien esta semana, le saldría un "por ahora" en que perdí, pero perdí en tales condiciones, para pasar a plantearle un camino futuro inmediato a todo el país que votó por él.

Lo que no le va a resultar sencillo, porque siempre va a haber un sector de la oposición que va a cantar fraude y va a proponer un diseño similar al del revocatorio y al que produjo López Obrador en México, que todavía está en desarrollo.

O Chávez ganador electoral y políticamente con más de 10 puntos. Lo que no se ve.

Por lo que entonces es evidente que hay gravitando sobre 26 millones de cabezas una gran responsabilidad histórica.

Sí. Porque si bien por la debacle de los partidos, la democracia representativa, la democracia moderna que íbamos a construir, caímos en la etapa de seguir a un líder carismático extremamente ineficiente, es un hecho que gane o pierda nos estamos enfrentando a un momento en el que este líder carismático se rutiniza y pierde atractivo. Y hay un número grande de electores que no quiere que el líder continúe como presidente de la República.

Y esto es un hecho.

Y la presentación de un polo de atracción para quienes no lo quieren a lo mejor ha sido producto de alguna racionalidad no partidista, pero la realidad es que ese voto no es sólo por Rosales y por la democracia, sino de un conjunto de mujeres y hombres que ya no quieren que aquél continúe en el poder.

Y lo que preocupa es lo que viene después." (el nacional)

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