Una pasión, un héroe nacional: Brian Charles Lara y Trinidad & Tobago
Yo nací en Venezuela, a la sombra del libertador, Simón Bolívar. Más allá de los abusos y excesos de la llamada "revolución bolivariana" con el nombre del "padre de la patria", para nosotros es muy lógico ver calles, plazas, edificios e incluso nuestra moneda con el nombre de Bolívar.
Y así nos parece también lógico ver nombres como San Martín, Washington, Páez, Sucre, Artigas, por mencionar sólo algunos, en diferentes países, cumpliendo la misma función, homenajeando a los héroes de las guerras de independencia.
Por eso me sorprendí tanto el año pasado en una visita a Trinidad & Tobago de la adoración que tienen por un jugador de cricket, Brian Charles Lara. Claro, no es un jugador cualquiera, es el Maradona del cricket. Pero igual. Un bulevar lleva su nombre, artículos serios de prensa (política, economía) utilizan sus jugadas como fuentes de metáforas para que el trinitario común entienda, hay estatuas para demostrar el infinito cariño y adoración al ilustre.
Lara es el "príncipe de Trinidad", el "príncipe del criket" entero. Es un verdadero "padre de la patria" moderno.
Por eso, no sé ni siquiera por qué me sorprendió que una de las principales notas sobre el empate ente T&T y Suecia reseñaban, precisamente, las declaraciones de Brian Charles Lara sobre el resultado.
Como buen guía de su nación expresó su orgullo, tomó tiempo en medio de sus compromisos profesionales para felicitar personalmente a Dwight Yorke, capitán trinitario, y llevó puesta una camiseta de la selección nacional del país para que todo el mundo supiera de su compromiso.
Y es que, como no podía ser de otra manera, Brian Charles Lara también jugó al fútbol cuando niño, con Yorke, con Latapy, con Shaka Hislop, así que, una vez más, se encuentra en posición privilegiada para comprender los momentos históricos de su nación.
Realmente provoca incluso envidia el hecho de tener un héroe de esas dimensiones vivo y disponible. Eso evitaría en gran medida situaciones como las aberradas interpretaciones que se hacen hoy en Venezuela de los ideales de Simón Bolívar.
Pero tal vez, realmente, la historia sea cíclica y en unos 200 años, en Trinidad & Tobago, un militar exgolpista asuma electoralmente el poder y trate de perpetuarse dando una visión sesgada de las "enseñanzas" de Brian Charles Lara.
De cualquier manera, ¡salve, Príncipe! (... y tome previsiones)
Y así nos parece también lógico ver nombres como San Martín, Washington, Páez, Sucre, Artigas, por mencionar sólo algunos, en diferentes países, cumpliendo la misma función, homenajeando a los héroes de las guerras de independencia.
Por eso me sorprendí tanto el año pasado en una visita a Trinidad & Tobago de la adoración que tienen por un jugador de cricket, Brian Charles Lara. Claro, no es un jugador cualquiera, es el Maradona del cricket. Pero igual. Un bulevar lleva su nombre, artículos serios de prensa (política, economía) utilizan sus jugadas como fuentes de metáforas para que el trinitario común entienda, hay estatuas para demostrar el infinito cariño y adoración al ilustre.
Lara es el "príncipe de Trinidad", el "príncipe del criket" entero. Es un verdadero "padre de la patria" moderno.
Por eso, no sé ni siquiera por qué me sorprendió que una de las principales notas sobre el empate ente T&T y Suecia reseñaban, precisamente, las declaraciones de Brian Charles Lara sobre el resultado.
Como buen guía de su nación expresó su orgullo, tomó tiempo en medio de sus compromisos profesionales para felicitar personalmente a Dwight Yorke, capitán trinitario, y llevó puesta una camiseta de la selección nacional del país para que todo el mundo supiera de su compromiso.
Y es que, como no podía ser de otra manera, Brian Charles Lara también jugó al fútbol cuando niño, con Yorke, con Latapy, con Shaka Hislop, así que, una vez más, se encuentra en posición privilegiada para comprender los momentos históricos de su nación.
Realmente provoca incluso envidia el hecho de tener un héroe de esas dimensiones vivo y disponible. Eso evitaría en gran medida situaciones como las aberradas interpretaciones que se hacen hoy en Venezuela de los ideales de Simón Bolívar.
Pero tal vez, realmente, la historia sea cíclica y en unos 200 años, en Trinidad & Tobago, un militar exgolpista asuma electoralmente el poder y trate de perpetuarse dando una visión sesgada de las "enseñanzas" de Brian Charles Lara.
De cualquier manera, ¡salve, Príncipe! (... y tome previsiones)
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