sábado, junio 10, 2006

Un balance personal: Jornada 2 de la Copa del Mundo 2006

Inglaterra:1-Paraguay:0
Lo mejor: Frankie Lampard disparó de lejos, fue el gran caudillo y puso liderazgo sobre el campo inglés. Es realmente intimidante. En Paraguay,
Nelson Haedo Valdéz hizo casi olvidar la falta de José Saturnino Cardozo, potente y atrevido, le debe salir un contrato grande después del mundial.
Lo peor: La mala suerte del "colorado" Carlos Gamarra, realmente es doloroso obtener ese resultado cumpliendo a cabalidad con el trabajo.
Lo más extraño: la lesión de Justo Villar que terminará por marginarlo de todo el mundial.


Suecia:0-Trinidad & Tobago:0
Lo mejor: Las subidas de Wilhelmsson que puso algo de colorido en la pobre presentación sueca, y el tremendo sacrificio de y el regreso de Dwight Yorke que, 16 años después de la desilusión en la clasificatoria para Italia '90, arregló cuentas con el destino: no fue para nada como lo veíamos en Old Trafford, pero se las ingenió para ser hoy defensa, medio de contención y medio creativo de un equipo trinitario que consiguió algo casi imposible con su empate. Igualmente habría que agregar al portero trinitario, Shaka Hislop, quien después de un comienzo titubeante aguantó y aguantó y se hizo fuerte e imbatible.
Lo peor: La mala suerte de los atacantes suecos, Ibrahimovic, Larsson y Allback, realmente con poco más en sus equipos hubieran anotado. También habría que anotar acá la patada de impotencia de Larsson hacia el final del juego a un defensa trinitario.
Lo más extraño: Que en un partido entre Suecia y Trinidad & Tobago el gran ganador fuera un holandés: Leo Beenhakker, el entrenador de Trinidad, que complicó con su planteamiento a Suecia desde el primer momento.

Argetina:2-Costa de Marfil:1
Lo mejor: Lo más evidente fue el derroche de Drogba, sin embargo, fue destacable también el juego dinámico y vertiginoso que impusieron Akale, Zokora y, desde su ingreso, Bakari Kone, ingenio, velocidad y potencia. Pese al poder goleador argentino, sus notas más altas la tuvieron Ayala y Heinze que estuvieron milimétricos para impedir que Costa de Marfil lograra abrir el marcador o reaccionar a los goles.
Lo peor: El bajón de Riquelme en el segundo tiempo, sus imprecisiones y su cansancio parecieron contagiar al equipo entero, que terminó con el terror del asedio de los "Elefantes".
Lo más extraño:
¿Alguien ha notado cuánto se parecen físicamente el técnico argentino José Pekerman y Gabriel Heinze? Con razón, pese a la lesión, nunca dudó en llevarlo.