Una tradición: la misa de gallo de la madrugada del 24 de diciembre
No somos católicos, tenemos diferencias de forma y de fondo con la iglesia católica. Sin embargo, apreciamos -veneramos, casi- la importancia de los rituales como forma de conectarnos con un tiempo mítico, como forma de degustar la trascendencia...
Hace tres años, en un artículo del universal sobre las tradiciones navideñas de Caracas, leímos acerca de la misa de gallo de la iglesia San José de Chacao, a las 5:45 am, con parranda y ambiente festivo...
Con ciertas dudas y expectativas asistimos la primera vez... realmente toda una experiencia... el mero hecho de disponer un 24 de diciembre un madrugonazo de cinco de la mañana, salir abrigados y luego ver llegar a la procesión, todos los cánticos de misa convertidos en villancicos, gente fervorosa, sonriente, como si Dios hubiera prometido que el niño Jesús nacería en medio del altar mayor a la medianoche...
El tiempo se disuelve, la oscuridad se convierte en una luz clara, generosa y, al finalizar, en un par de toldos a uno de los lados de la iglesia, bajo la estatua ecuestre de Simón Bolívar, miembros de la parroquia sirven chocolate y un pequeño refrigerio, con entrega de apóstoles...
No somos católicos ni queremos comenzar a serlo... pero en nuestra relación con la ciudad la misa de gallo de Chacao siempre será un vaso comunicante firme y saludable, una manera de comenzar un día en el cual podemos recuperar parte de lo que las obligaciones, trabajos, preocupaciones, miedos y deseos nos van robando... es un día para celebrar, para ser niños, para simplemente ser...
Hoy salimos mucho más tarde, llegamos casi a las 6:15 am, pero nos esperaba un puesto de estacionamiento perfecto frente a la farmacia al ladito de la plaza y, más allá de alguna falla en el sonido del grupo musical, la magia estuvo allí, intacta...
¡Salud por la navidad!
Etiquetas: Curiosidades, El sabor de la vida, En este país, Esto es Latinoamérica, Navidad 2006
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