Una nueva hazaña deportiva: Robert Pérez empata liderato histórico de jonrones en la liga venezolana de béisbol

Estábamos en Whisky Bar, Cardenales de Lara luchaba por el comodín, Magallanes, en una gran temporada, llevaba el juego muy peleado...

Se paró Robert Pérez con esa ansiedad que dentro de unos meses en las grandes ligas mareará a Barry Bonds en cada turno. El record en la cabeza pero también la dificultosa clasificación a la postemporada...

Llegó el pitcheo y Pérez, como tantas veces esta temporada estiró los brazos... la cámara siguió la pelota como en los diagramas de los problemas de física de tercer año sobre aceleración hasta que llegó a la grada...

Robert Pérez corrió con entusiasmo, como un novato que es visto por scouts para llegar a las grandes ligas, como si el Clásico Mundial de Béisbol y los gritos de "compadre, compadre" -para indicar que su presencia en el roster eran sólo producto de su relación con el manager Luis Sojo- no hubieran pasado... o, más bien, para demostrar a los que gritaban que, en todos los ámbitos, el juego no termina hasta que se termina...

Llega Robert Pérez a la goma, todos los cardenales lo felicitan, le dan nalgadas, palmadas en los hombros... se ha unido a esos libros de historia que constituyen las marcas deportivas...

2006 es un año de renacimientos, jugadores a punto de jubilación han vuelto encarnando héroes griegos... veíamos a Pérez y pensábamos en Zidane desairando a Puyol, en Zidane burlándose del equipo brasileño en pleno...

Puede parecer exagerado, pudiera parecer slogan de bebida alcohólica, pero fue una reafirmación del espíritu humano...

¡Salud por el heorismo deportivo!