jueves, octubre 12, 2006

Una entrevista de Hector Bujanda, ganador de la Bienal de Novela Adriano González León

""El tema de la escritura, para los que la padecen, es complicado y requiere de una paciencia y una disciplina que yo ni siquiera sabía que poseía", aclara en voz alta el escritor, mientras sus manos tiemblan un poco y arruga los papeles por la emoción contenida.

"Nunca pensé que me dedicaría con tanta pasión a construir y desarrollar estos personajes, a ubicarlos en un paisaje, el de Caracas, que he compartido con muchos de ustedes en otras claves expresivas como la crónica o el ensayo",

¿Qué hará con el premio?

­Regreso a Barcelona, España, por un tiempo. Quiero volver un poco a todos los escenarios en que esta novela se ha fabricado, a los cafés donde yo trabajaba. Fue una ciudad que permitió esta escritura y quiero rendirle el homenaje que se merece.

­¿Cómo es recordar desde Europa a esa Caracas, escenario de la novela?

­Fue interesante, porque los venezolanos creemos que el mundo fuera de Venezuela es bello, cosa que no es cierta. Eso sólo es probable en términos turísticos. Puede llegar a ser detestable. Mi etapa en Barcelona marcó un reencuentro con fenómenos muy venezolanos como el vértigo y la conflictividad, que son cosas que no había podido meditar.

­¿Cómo definiría esa Caracas de la década de los 90? ­

Los años 90 son muy infravalorados en el discurso cultural venezolano, lo que tiene graves consecuencias para entender dónde estamos y hacia dónde vamos. Fue un gran cisma, una ruptura de todas las coordenadas de certidumbre y seguridad (...) Para resumir, diría que en una ciudad apocalíptica toda fuga es una derrota."