Una de lingüística: Aprendamos maracucho
Hay una idea que utilizan mucho los narradores de béisbol: "la ley de los promedios". Con esto se refieren a la posibilidad de que cierto bateador responda de una manera específica de acuerdo con su historial inmediato anterior.
Por ejemplo, si un jugador no ha pegado hits en, digamos, 14 turnos, y viene a batear con las bases llenas, se dice que la ley de los promedios lo favorece ya que es más probable que batee a que continúe con la mala racha. Igual pasa a la inversa: alguien con mucho éxito en turnos anteriores podría fallar en el siguiente.
Si se toma en cuenta la historia de Venezuela, se observa una predominancia desproporcionada de presidentes de la república entre las personas de la región de los Andes, mientras que en el pasado reciente, el estado Zulia, pese a su importancia como uno de los enclaves petroleros más importantes, no ha tenido ninguno hasta ahora.
En las elecciones de diciembre, muy probablemente, Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia, sería uno de los rivales más fuertes de Hugo Chávez Frías en la contienda electoral y la ley de los promedios lo favorece.
Y como el nuestro es un país en el cual el Estado es casi todopoderoso y lo más recomendable es no andar dando saltos improvisados de talanquera, ¿no sería lo más lógico saber algo de maracucho? A estos fines, ofrezco es "Diccionario de modismos maracuchos" que espero les resulte de utilidad.
Entre las curiosidades que encontrarán en estos maracuchismos tenemos:
- la polisemia del término "polo" que significa, a la vez, helado pero también un trayecto largo (ej. me quiero comer un polo; ¡mi alma! pa 'ir donde ese hay que echarse un polo)
- Cómo, pese a lo asqueroso que puede resultar encontrar un pelo en una comida, la expresión "al pelo" (o mejor aún "ar pelo"), la cual denota excelencia, puede ser utilizada para calificar un platillo (ej. esos patacones te quedaron ar pelo)
Posteriormente nos dedicaremos a las frases zulianas, en las cuales se muestra lo más florido de esta región del país. Aquí, un abrebocas para los interesados:
- "Bañado de agua rosada": exultante de alegría (ej. cuando salió de casa de la novia iba bañado de agua rosada)
- "Dónde te pongo santo que no te rompais": calificativo que se otorga a una persona tan difícil de complacer y tan delicada que convierte el tratar con ella en un verdadero problema (ej. ¿esa es tu novia? preparate, primo, que a esa hay que tenerla dónde te pongo santo que no te rompais)
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