martes, mayo 30, 2006

Una pequeña herramienta para determinar la efectividad de una historia


Sobre la película “El Código Da Vinci”, el crítico norteamericano Steve Rhodes, comentó: "Tanto si ha leído el libro, como yo, o incluso si no lo ha hecho, como mi esposa; eventualmente podrá entender la mayor parte de lo que ocurre entre las diferentes facciones en conflicto. Sin embargo, entender e interesarse son dos cosas diferentes".
Por nimio que parezca, esta simple afirmación nos permite descubrir uno de los elementos más importantes en una historia: su relevancia y su intensidad emocional, el cual me gustaría estudiar como el primero de una serie de tópicos del arte de contar historias que iremos revisando en el blog. Es a partir de la emoción desde la cual un autor logra hacer universal e incluso atemporal su mensaje.
Es trabajando con esto en mente con lo cual se logra una historia memorable.
Existen narraciones complejas, casi crípticas, que nos impiden conocer con claridad lo que ocurre. Pienso tal vez en las películas de David Lynch o en algunos de los relatos de William Burroughs.
Según el caso, ante esta maraña de eventos incomprensibles trataremos de utilizar complejas decodificaciones de los significados simbólicos o simplemente nos dejaremos fascinar por la particularidad de las situaciones.
Pero se trata de un interés más intelectual que humano.
En el otro extremo, podríamos colocar películas como “Arma mortal”, en las cuales, dada la suficientemente clara invencibilidad de los protagonistas, simplemente nos preguntamos qué pasará al momento siguiente y nos dejamos llevar por el vértigo de la acción. Casi siempre hay claridad en los eventos y las motivaciones de los personajes, pero, como se trata de estereotipos, poco puede importarnos su destino.
En la gama de grises que se encuentran rodeadas de estas dos tendencias, se encuentran los relatos que pueden ser claros en sus planteamiento, pero, a la vez, ofrecernos relevancia emocional. Películas como “In the bedroom”presentan conflictos que comprendemos (dos padres de avanzada edad pierden a su hijo) y al mismo tiempo se van acumulando otros datos, otras implicaciones, otras sensaciones y la conjugación de estos elementos nos afectan y permiten que la historia salga de sus límites estrictamente cinematográficos y ficcionales para ingresar a nuestra vida.
Tenemos entonces que, cuando sintamos duda con el desarrollo de alguna historia en la cual trabajamos, hay dos preguntas que es interesante hacernos:
1)¿Son claros los eventos que estamos presentando?
2)¿Invitan al lector/espectador a involucrarse en ellos?

La mejor forma de lograr la relevancia emocional es a través del desarrollo de los personajes, pero ese será el tema de una próxima entrega.