Un balance personal: Francia-España, 8vos de final de la Copa del Mundo 2006
Francia:3-España:1
Lo mejor: Francia demostró que tener la pelota no es indispensable para jugar bien, de hecho, si no se pueden construir jugadas ofensivas, la pelota puede llegar a ser un verdadero estorbo e incluso un peligro cuando se pierde. Los galos tuvieron un gran juego de Vieira, nuevamente organizando el juego, y de Ribery en el frente de ataque. En España, el lateral derecho Sergio Ramos se comió la cancha e impedía cualquier avance a Eric Abidal y Xabi Alonso estuvo siempre allí para recuperar balones y Joaquín le dio dinámica al juego español. ¿Lo demás? La historia de siempre para España y Zidane, a quien daban por retirado, ha ganado por derecho propio, con gambeta larga, paciencia y un golazo, un partido en cuartos de final.
Lo peor: España demostró que a no ser que uno sea Brasil en sus mejores momentos, la tenencia de la pelota no es un fin en sí mismo. Pablo y Puyol se enfrascaron en pensar que era buena idea jugar siempre al fuera de lugar. Además, el técnico español Aragonés terminó por perder la sabiduría y la compostura y se enfrascó en reclamaciones al árbitro que de nada le sirvieron a su equipo.
Lo más extraño: que casi todas las estrategias le salieron mal a los españoles: hablaban de tener la pelota y no hicieron nada con ella; mencionaban el factor de la mayoría de público y fue un auditorio que se limitó a desinflarse como su equipo dentro del campo; querían dejar a Henry en fuera de lugar y lo lograron pero se les colaron Ribery, Malouda, Zidane y Vieira.
Lo mejor: Francia demostró que tener la pelota no es indispensable para jugar bien, de hecho, si no se pueden construir jugadas ofensivas, la pelota puede llegar a ser un verdadero estorbo e incluso un peligro cuando se pierde. Los galos tuvieron un gran juego de Vieira, nuevamente organizando el juego, y de Ribery en el frente de ataque. En España, el lateral derecho Sergio Ramos se comió la cancha e impedía cualquier avance a Eric Abidal y Xabi Alonso estuvo siempre allí para recuperar balones y Joaquín le dio dinámica al juego español. ¿Lo demás? La historia de siempre para España y Zidane, a quien daban por retirado, ha ganado por derecho propio, con gambeta larga, paciencia y un golazo, un partido en cuartos de final.
Lo peor: España demostró que a no ser que uno sea Brasil en sus mejores momentos, la tenencia de la pelota no es un fin en sí mismo. Pablo y Puyol se enfrascaron en pensar que era buena idea jugar siempre al fuera de lugar. Además, el técnico español Aragonés terminó por perder la sabiduría y la compostura y se enfrascó en reclamaciones al árbitro que de nada le sirvieron a su equipo.
Lo más extraño: que casi todas las estrategias le salieron mal a los españoles: hablaban de tener la pelota y no hicieron nada con ella; mencionaban el factor de la mayoría de público y fue un auditorio que se limitó a desinflarse como su equipo dentro del campo; querían dejar a Henry en fuera de lugar y lo lograron pero se les colaron Ribery, Malouda, Zidane y Vieira.
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