Un balance personal: Ecuador-Inglaterra, 8vos de final de la Copa del Mundo 2006
Ecuador:0-Inglaterra:1
Lo mejor: Un partido parejo en su primer tiempo, en el cual Ecuador dominó porque fue solvente en todas sus líneas y aprovechó los errores ingleses. En el segundo, después del gol, Inglaterra se limitó a concretar el miedo y respeto que, evidententemente, le tuvieron los ecuatorianos. Carlos Tenorio se vio muy bien en ataque, De La Cruz continuó recetando sus subidas peligrosas por el lateral derecho y Reasco hizo lo propio en el izquierdo. Inglaterra lució desconcertado y apenas intermitentemente se vieron Joe Cole, Steven Gerrard y Beckham, sobre todo por el gol. Mención aparte merece el completo trabajo de Wayne Rooney como único delantero, un peligro latenete que generó preocupación a toda la zaga ecuatoriana. Los goles ya vendrán.
Lo peor: La defensa inglesa, en particular John Terry, dubitativo, impreciso e inoportuno en los cruces. Con Sol Campbell en la banca Ericksson debería reflexionar sobre su titularidad. Y tal vez la actitud demasiado respetuosa de Ecuador, estamos claros que en el papel Inglaterra era superior, pero para este partido en específico, se mostró como un rival 100% accesible.
Lo más extraño: En el mejor de los sentidos, el abrazo fraternal entre el entrenador Luis Fernando Suárez y Edwin Tenorio luego de la sustitución de éste último. Nos hace recordar que ser conductor de un equipo no es sólo saber de fútbol y dar instrucciones sino también crear vínculos con cada uno de los componentes.
Lo mejor: Un partido parejo en su primer tiempo, en el cual Ecuador dominó porque fue solvente en todas sus líneas y aprovechó los errores ingleses. En el segundo, después del gol, Inglaterra se limitó a concretar el miedo y respeto que, evidententemente, le tuvieron los ecuatorianos. Carlos Tenorio se vio muy bien en ataque, De La Cruz continuó recetando sus subidas peligrosas por el lateral derecho y Reasco hizo lo propio en el izquierdo. Inglaterra lució desconcertado y apenas intermitentemente se vieron Joe Cole, Steven Gerrard y Beckham, sobre todo por el gol. Mención aparte merece el completo trabajo de Wayne Rooney como único delantero, un peligro latenete que generó preocupación a toda la zaga ecuatoriana. Los goles ya vendrán.
Lo peor: La defensa inglesa, en particular John Terry, dubitativo, impreciso e inoportuno en los cruces. Con Sol Campbell en la banca Ericksson debería reflexionar sobre su titularidad. Y tal vez la actitud demasiado respetuosa de Ecuador, estamos claros que en el papel Inglaterra era superior, pero para este partido en específico, se mostró como un rival 100% accesible.
Lo más extraño: En el mejor de los sentidos, el abrazo fraternal entre el entrenador Luis Fernando Suárez y Edwin Tenorio luego de la sustitución de éste último. Nos hace recordar que ser conductor de un equipo no es sólo saber de fútbol y dar instrucciones sino también crear vínculos con cada uno de los componentes.
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