Un viaje literario: de Raymond Carver a Graham Poll y 3 amarillas
Raymond Carver, el genial cuentísta norteamericano, tiene entre sus obras un relato de título "Tres rosas amarillas", donde utiliza la muerte de su colega ruso Chéjov como excusa para presentar sus obsesiones recurrentes.
No sabemos si Graham Poll, el árbitro inglés, alguna vez leyó a Carver o leyó a Chéjov. No sabemos si quiso hacer un homenaje. Pero estuvo cerca, aunque no con rosas sino con tarjetas.
La cuestión es que el día 22 de junio, en el partido Australia-Croacia, Poll dirigía. Debía estar atento ante dos equipos que no evitan el contacto físico sino que más bien lo utilizan como parte significativa de sus herramientas de juego.
En el lado croata, el árbtitro rápidamente observó el ímpetu con el que atacaba cada pelota Josip Simunic. Dejó pasar, advirtió verbalmente, trata de prevenir. Hasta que en el minuto 61 a Poll le pareció suficiente y mostró a Simunic su primera amonestación.
Pasaron los minutos, Croacia ganaba y se clasificaba, la Australia de Hiddink sólo necesitaba empatar para dejarlos fuera y apretaba. Simunic tenía un deber que cumplir. Y continuó con su labor y fue a los balones divididos, a hacer cruces, a cubrir errores de compañeros. Pero tanta fuerza debía tener un precio. Así que, ya en el minuto 90, Poll le mostró su segunda amarilla.
Tiempo adicional. Simunic sigue en el campo. Poll olvida, obvia o ignora la doble amonestación a Simunic. El defensor sigue en su trabajo, pensando en su Australia natal, pensando en hacer maletas y regresar a casa, en la nueva temporada con el Hertha Berlin, en sus vacaciones. Pero sigue siendo un defensa recio y al minuto 93, Poll consuma el homenaje.
Muestra la tercera tarjeta amarilla y ahora no hay dudas, Simunic debe irse a descansar hasta Sudáfrica 2010.
No sabemos si Graham Poll, el árbitro inglés, alguna vez leyó a Carver o leyó a Chéjov. No sabemos si quiso hacer un homenaje. Pero estuvo cerca, aunque no con rosas sino con tarjetas.
La cuestión es que el día 22 de junio, en el partido Australia-Croacia, Poll dirigía. Debía estar atento ante dos equipos que no evitan el contacto físico sino que más bien lo utilizan como parte significativa de sus herramientas de juego.
En el lado croata, el árbtitro rápidamente observó el ímpetu con el que atacaba cada pelota Josip Simunic. Dejó pasar, advirtió verbalmente, trata de prevenir. Hasta que en el minuto 61 a Poll le pareció suficiente y mostró a Simunic su primera amonestación.
Pasaron los minutos, Croacia ganaba y se clasificaba, la Australia de Hiddink sólo necesitaba empatar para dejarlos fuera y apretaba. Simunic tenía un deber que cumplir. Y continuó con su labor y fue a los balones divididos, a hacer cruces, a cubrir errores de compañeros. Pero tanta fuerza debía tener un precio. Así que, ya en el minuto 90, Poll le mostró su segunda amarilla.
Tiempo adicional. Simunic sigue en el campo. Poll olvida, obvia o ignora la doble amonestación a Simunic. El defensor sigue en su trabajo, pensando en su Australia natal, pensando en hacer maletas y regresar a casa, en la nueva temporada con el Hertha Berlin, en sus vacaciones. Pero sigue siendo un defensa recio y al minuto 93, Poll consuma el homenaje.
Muestra la tercera tarjeta amarilla y ahora no hay dudas, Simunic debe irse a descansar hasta Sudáfrica 2010.
<< Home