lunes, junio 26, 2006

Un intento de relato urbano: Un jugo de naranja














Un jugo de naranja. Dos jugos de naranja.

Todo lo que ella tiene o, mejor dicho, trae cabe en la caja de un cd o en un chip de computadora. Todo lo que él tiene y trae cabe entre las tapas de un libro, seguramente edición rústica proque todavía no hay páginas suficientes que justifiquen la tapa dura.

Frente a frente, con los jugos en la mano, comienza el mismo proceso al cual fueron sometidas las naranjas: este extraño aparato que es la vida los va exprimiendo hasta que destilan cada gota de lo que en ese momento llevan pero, en un renacimiento mítico, se llenan de nuevo y todavía sale una gota más, una gota siguiente nunca última.

Es una mezcolanza de roces, miradas y palabras, más que palabras lenguaje, como gustaría a los deconstructivistas, un texto en formación en el vacío, un texto opaco, solo palabras.

En la mente las imágenes en una tira inacabable: la fugacidad presente, los agridulces de los recuerdos y la incertidumbre de la expectativa.

Es el estanque que en la superficie está tan tranquilo escondiendo profundas fuerzas que batallan debajo, fuerzas que se aniquilan unas a otras o que se fecundan para que algo, cualquier cosa, nazca.

Casi por descarte tratan de dosificar el jugo y lo revuelven, tal vez con una secreta esperanza de que se torne cemento lentamente y cada vez haya que poner más fuerzas en el movimiento y no puedan tomarlo y tengan excusas para prolongar el momento y algo más de qué hablar para salir de los niveles tan abstractos.

Y suena un teléfono y comienza un roce de piel y el calor y la piel y se pierde el hilo que amalgamaba todo y es irrelevante tener deseos, miedos, fantasías, inseguridades o certezas porque todo simplemente es.

Un jugo de naranja. Dos jugos de naranja. Una pareja cualquiera. Los relojes debieron dar una hora, siempre lo hacen. Ellos no podían saberlo. Alrededor una ciudad latía. Sólo personas títeres los rodeaban. Un paréntesis en el continuo de la existencia.

Tal vez demasiadas palabras para explicar lo esencial.