Un balance personal: Holada-Portugal, 8vos de final de la Copa del Mundo 2006
Holanda:0-Portugal:1
Lo mejor: Un partido apasionante, con conciencia de que lo que se jugaba era de vida o muerte. Se dejaron de lados los esquemas para ponerle corazón tratando de buscar el resultado más favorable. En Portugal, excluyentemente la estrella fue Maniche durante el primer tiempo. Las peleó todas, hizo el gol y fue un factor de motivación para los ataques de su equipo. Con todas sus limitaciones físicas, Luis Figo también tuvo un trabajo destacado por el sector izquierdo del ataque portugés y Miguel, en su carril derecho, con fuerza y astucia pudo parar a Robben. En Holanda apenas el trabajo de Van Persie y algunas intentonas de Van Bommel y Sneijder.
Lo peor: el desconcierto generalizado de Holanda que le impidió reaccionar en las primeras de cambio, hasta encajar un gol. Además, la lesión de Cristiano Ronaldo y la casi infantil expulsión de Costinha que es impropia de un futbolista profesional. Luego vino el carnaval de violencia de lado y lado donde las decisiones confusas y con retraso del árbitro ruso Ivanov fueron determinantes para que todo se complicara más de la cuenta. También hay que mencionar al entrenador holandés Van Basten que se negó a incluir a Van Nistelrooij aunque el partido lo pedía a gritos.
Lo más extraño: La conversación amistosa entre los expulsados Deco y Van Bronckhorst, compañeros del Barcelona, mientras veían los últimos minutos del partido.
Lo mejor: Un partido apasionante, con conciencia de que lo que se jugaba era de vida o muerte. Se dejaron de lados los esquemas para ponerle corazón tratando de buscar el resultado más favorable. En Portugal, excluyentemente la estrella fue Maniche durante el primer tiempo. Las peleó todas, hizo el gol y fue un factor de motivación para los ataques de su equipo. Con todas sus limitaciones físicas, Luis Figo también tuvo un trabajo destacado por el sector izquierdo del ataque portugés y Miguel, en su carril derecho, con fuerza y astucia pudo parar a Robben. En Holanda apenas el trabajo de Van Persie y algunas intentonas de Van Bommel y Sneijder.
Lo peor: el desconcierto generalizado de Holanda que le impidió reaccionar en las primeras de cambio, hasta encajar un gol. Además, la lesión de Cristiano Ronaldo y la casi infantil expulsión de Costinha que es impropia de un futbolista profesional. Luego vino el carnaval de violencia de lado y lado donde las decisiones confusas y con retraso del árbitro ruso Ivanov fueron determinantes para que todo se complicara más de la cuenta. También hay que mencionar al entrenador holandés Van Basten que se negó a incluir a Van Nistelrooij aunque el partido lo pedía a gritos.
Lo más extraño: La conversación amistosa entre los expulsados Deco y Van Bronckhorst, compañeros del Barcelona, mientras veían los últimos minutos del partido.
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