lunes, junio 26, 2006

Un balance personal (de una injusticia): Italia-Australia, 8vos de final de la Copa del Mundo 2006

Italia:1-Australia:0

Podríamos hablar como siempre de lo mejor, lo peor y lo más extraño.

Decir que Australia, a diferencia de Ecuador, pese a encontrarse en uno de los duelos que al menos en el papel lucían más desiguales en estos 8vos de final, supo plantarse ante esta Italia que, en nuestra opinión, está llena de dudas y vacilaciones. Que su arquero Schwarzer se vio bien y el trabajo de Chipperfield, Cahill, Bresciano y Sterjovski fue sobresaliente e hizo vacilar a una zaga que sin Nesta no es tan segura.

Podríamos decir que Italia tuvo en Perrota y Gatusso sus dos mejores exponentes, además del aporte de Buffon, sobre todo después de que los azzurri quedaron con diez hombres.

También podríamos decir que, por momentos, el partido nos recordó lo que ocurre cuando se enfrentan dos equipos que prefieren jugar de contragolpe: hubo inmovilidad, todos se preguntaban quién "tiraría la primera piedra".

También fue de mencionar el "plan B" que tuvo que aplicar directv cuando perdió la señal desde Alemania. Se unieron a las imágenes de la Fifa y colocaron la voz de un relator brasilero que a duras penas maneja el castellano y narraba escuetamente algunas acciones mientras daba una que otra disculpa y prometía el pronto reestablecimiento de la señal.

Pero lo que hay que decir, lo que de verdad hay que decir, es que un ábritro español cometió un error fatal. Fatal por cobrar una falta que no existió, fatal por cobrarla cuando la cobró, fatal porque no hay duda razonable para su equivocación.

Lo que hay que decir es que simpatizamos con los italianos que seguramente se habrán sentido resarcidos de las locuras arbitrales del ecuatoriano Byron Moreno. Que no consideramos que Australia debió ganar porque no pudo resolver. Pero que, sin duda, Italia ni necesitaba ni merecía que le regalaran un partido que nunca supieron manejar.

Estoy convencido de que, más que el sabor de la victoria, al técnico italiano Lippi le pasarán por la cabeza las patéticas imágenes de su zaga o su portero tirando pelotazos a Iaquinta y a éste siempre perdiendo la pelota. Porque eso fue Italia y eso no es motivo de orgullo.

Australia y Guus Hiddink pueden irse con la cabeza muy en alto. Nuevamente la FIFA debe analizar a fondo por qué ocurren estos problemas arbitrales.

Bien dice el dicho que cuentas claras conservan amistades. Y mantienen impecables los campeonatos del mundo.