Una pérdida para los lectores de best-sellers: muere Sydney Sheldon

Un escritor siempre es un escritor: a veces artista, a veces artesano, más o menos virtuoso pero, generalmente, siempre hay, por pequeño que sea, un aporte...

Los libros de Sydney Sheldon, probablemente, no resistirán la prueba del tiempo: una vez se hayan esfumado las coordenadas culturales d elos conceptos de sensualidad, emoción y aventura que ha propuesto e impuesto norteamérica, sus páginas, casi con seguridad, terminarán siendo un atractivo arqueológico, un hobby para excéntricos...

Sin embargo, Sheldon, quien alguna vez dijo, según reseña unión radio, que escribía sus novelas "de manera que cuando el lector termina un capítulo, tiene que seguir leyendo el otro. Es la técnica de las series de televisión... dejar al lector colgando del abismo" hoy y en un mediano plazo será extrañado por las fascinación del mundo que escogió retratar...

Estereotipado, simplificado hacia las preocupaciones más básicas y hedonistas del ser humano pero, pese a todo, un mundo particular...

Todavía los entusiastas en librerías o bajo el puente de la avenida Fuerzas Armadas, buscarán la evasión en sus historias...

Un escritor es un escritor y su despedida es sentida...

¡Salud por Sheldon!