Un desagravio: The name of the game, de ABBA

Cuando comentábamos ayer que considerábamos un exceso la apertura de un museo sobre el grupo sueco, realmente no deseábamos ser peyorativos en relación con los aportes que hicieron a la música; incluso, al compararlo con la estatua de Maradona simplemente intentábamos hacer un paralelismo para mostrar nuestro desacuerdo con esta marca de nuestra cultura de robar al tiempo el juicio de la perdurabilidad y trascendencia en el arte (sí, Maradona hizo del fútbol un arte)...

Pero no era nuestra intención negar no sólo el peso específico musical de ABBA, menos aún cuando tenemos una deuda personal por tanto placer que hemos recibido...

Así que con esta nota decimos thank you for the music y God save, forever, the dancing kings and queens...

Salud!