viernes, diciembre 01, 2006

Un antes y después: el comandante Chávez del 4 de febrero de 1992 y el presidente candidato de 2006


Señoras y señores, a la izquierda en esta gráfica se observa al comandante Hugo Rafael Chávez Frías junto con su amigo/enemigo/amigo e incógnita Francisco Arias Cárdenas...

En esos días, el comandante Chávez nos reconectó con un gesto que habíamos olvidado en la vida pública: el asumir responsabilidad de los actos propios, incluso en los errores...

Con su por ahora, Chávez nos hizo recordar que esa debía ser la norma, que como ciudadanos teníamos derecho a pedir de nuestros gobernantes el decoro de sustentar sus acciones...

Este era el hombre que nos recordaba que el estar humillados y envilecidos ante la descomposición de los políticos tradicionales era sólo una opción, podíamos rebelarnos, podíamos levantar la voz...

Nunca estuvimos de acuerdo con sus formas toscas, con su casi primitivismo, pero reconocimos en su discurso una epifanía...


Señoras y señores, a la izquierda en esta gráfica se observa al presidente Hugo Rafael Chávez Frías en una pose repetitiva, solo frente a un micrófono, emprendiéndola contra molinos de viento, luchando batallas asimétricas que no son más que retórica, pan, circo y sábado sensacional político...

En estos días, el presidente Chávez ha cambiado... tiene el monopolio de la buena voluntad, pero su equipo es ineficiente... Él da su palabra, pero qué broma con esos ministros... El problema es que él no se entera de los problemas... ¡Ay si se enterara! Seguro los solucionaría de un sablazo... Pero no se entera...

¿La culpa? Es de la oposición fascista y terrorista. De los 40 años de democracia puntofijista. Del paro petrolero. Del imperio y Mickey Mouse. De los medios de comunicación. De quienes le pasan papelitos con sus reclamos. La culpa es de cualquiera menos de él mismo.

Por eso, en lugar de obras hay amor. Y para ver si vienen las obras y mejora el equipo necesita más tiempo...

Con su hasta el 2021, Chávez nos hace recordar el "hoy no fío, mañana sí", el relato "Mañana sí será", la eterna espera del Coronel de García Márquez, la expectativa por Godot... y tememos que por más tiempo que tenga nadie vendrá, nada pasará...

Este es el hombre que ahora sale lujosamente trajeado y ornado con caros relojes mientras habla de austeridad y comunismo. El político que descubrió que la Administración Pública es la máquina más efectiva de felicidad colectiva, empleo y votos y por eso abandonó rápidamente su promesa de acabar con la burocracia para hacer ministerios hasta para ocuparse del sarro en los dientes...

Este es el hombre que comparte con estafadores y escritores una tremenda capacidad de recrear atractivos mundos de ficción y hacerlos parecer reales... Este es el hombre que ha sometido a La Habana la sobernía venezolana...

Este es el hombre que 14 años después ha cambiado tanto que se hace irreversiblemente diferente y borroso...

Por eso antes de ir arriba y a la izquierda hay que reflexionar profundamente porque, a diferencia del presidente, nosotros no tendremos a quien echarle la culpa de sus fracasos... Nosotros estaremos condenados a la responsabilidad de nuestra equivocación...

Si fuere el caso...

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