Una antología: Las voces secretas del nuevo cuento venezolano
"Ayer en la noche se presentó, en los espacios de la Fundación Cultural Chacao, el libro Las voces secretas. El nuevo cuento venezolano. El volumen, publicado con el sello Alfaguara, es la más reciente antología de la narrativa breve nacional contemporánea.
Compilada por el escritor Antonio López Ortega, reúne cuentos de 20 narradores venezolanos nacidos entre 1960 y 1970. Los escogidos son Alberto Barrera Tyszka, Milagros Socorro, Armando Coll, Karl Krispin, Fátima Celis, Sonia Chocrón, Luis Felipe Castillo, María Celina Núñez, Miguel Gomes, Carlos Sandoval, Norberto José Olivar, María Ángeles Octavio, Luis Laya, Salvador Fleján, Juan Carlos Méndez Guédez, Juan Carlos Chirinos, Héctor Torres, Slavko Zupcic, Armando Luigi Castañeda y Roberto Echeto.
Una amplia muestra que abarca a varias generaciones de autores del patio, la mayoría de ellos dedicados a "vivir de la escritura" y entregarse por placer al oficio literario. El proyecto se inició en 2003 y, en palabras del compilador, busca plasmar "un panorama antológico del nuevo relato venezolano porque el mapa de la prosa narrativa breve no estaba bien cubierto en los últimos años".
Uno de los elementos diferenciadores con los que se inició el estudio son las fechas de publicación de estos trabajos, fijada a partir de finales de la década de los 80 y principios de los años 90: "Es un largo período de más de 15 años y cuando revisas la vida de esos autores, la ficha biográfica más remota es de 1960. Se me hizo claro que la generación que iba a abordar era la de los narradores nacidos entre 1960 y 1970. Este grupo tiene como denominador común que cada uno ha publicado y ya tiene una posición relativamente sólida en su oficio".
Los secretos del antólogo
–¿Qué otros rasgos en común tienen los autores reunidos? –No me atrevería a decir que tienen muchos intereses comunes, pero si algo los une es que están trabajando sólidamente.
Todos tienen un nivel importante y pareciera que estos autores van a permanecer en el oficio. Creo que ellos han superado un síndrome que nos afectó mucho en el pasado: el de los escritores que publican un par de libros importantes y luego desaparecen.
Apuesto a que esta promoción está integrada por autores que se van a mantener fieles en el oficio.
–¿Son inéditos todos los trabajos compilados?–No siempre. La otra novedad es que la mayoría de los relatos fueron expresamente encargados y un buen número de ellos son inéditos. Eso planteó de entrada unos niveles de exigencia mayores, hay mucha homogeneidad en el nivel de calidad presente en las piezas escogidas.
–Toda antología corre el riesgo de la exclusión, ¿qué opina?
–Es una responsabilidad muy grande para un antólogo. Creo que hay dos lecturas en esto: la obvia, que es la de las inclusiones y la menos obvia, que son las exclusiones. Yo aspiro a que el balance de las inclusiones sea más poderoso que el de las exclusiones. Pienso que donde puede estar el punto más débil es en la representación nacional.
–¿Predominan los autores capitalinos?–Intenté hacer una antología no capitalina, lo que me obligó a revisar trabajos de todo el país y llegar a autores de todos los estados. Lo que lamento es dejar a muchos de valor afuera, pero en el momento de concretar la colaboración no siempre conté con sus mejores piezas. Entonces, no podía desequilibrar la muestra que siempre tuvo un nivel de exigencia alto." (el nacional)
Compilada por el escritor Antonio López Ortega, reúne cuentos de 20 narradores venezolanos nacidos entre 1960 y 1970. Los escogidos son Alberto Barrera Tyszka, Milagros Socorro, Armando Coll, Karl Krispin, Fátima Celis, Sonia Chocrón, Luis Felipe Castillo, María Celina Núñez, Miguel Gomes, Carlos Sandoval, Norberto José Olivar, María Ángeles Octavio, Luis Laya, Salvador Fleján, Juan Carlos Méndez Guédez, Juan Carlos Chirinos, Héctor Torres, Slavko Zupcic, Armando Luigi Castañeda y Roberto Echeto.
Una amplia muestra que abarca a varias generaciones de autores del patio, la mayoría de ellos dedicados a "vivir de la escritura" y entregarse por placer al oficio literario. El proyecto se inició en 2003 y, en palabras del compilador, busca plasmar "un panorama antológico del nuevo relato venezolano porque el mapa de la prosa narrativa breve no estaba bien cubierto en los últimos años".
Uno de los elementos diferenciadores con los que se inició el estudio son las fechas de publicación de estos trabajos, fijada a partir de finales de la década de los 80 y principios de los años 90: "Es un largo período de más de 15 años y cuando revisas la vida de esos autores, la ficha biográfica más remota es de 1960. Se me hizo claro que la generación que iba a abordar era la de los narradores nacidos entre 1960 y 1970. Este grupo tiene como denominador común que cada uno ha publicado y ya tiene una posición relativamente sólida en su oficio".
Los secretos del antólogo
–¿Qué otros rasgos en común tienen los autores reunidos? –No me atrevería a decir que tienen muchos intereses comunes, pero si algo los une es que están trabajando sólidamente.
Todos tienen un nivel importante y pareciera que estos autores van a permanecer en el oficio. Creo que ellos han superado un síndrome que nos afectó mucho en el pasado: el de los escritores que publican un par de libros importantes y luego desaparecen.
Apuesto a que esta promoción está integrada por autores que se van a mantener fieles en el oficio.
–¿Son inéditos todos los trabajos compilados?–No siempre. La otra novedad es que la mayoría de los relatos fueron expresamente encargados y un buen número de ellos son inéditos. Eso planteó de entrada unos niveles de exigencia mayores, hay mucha homogeneidad en el nivel de calidad presente en las piezas escogidas.
–Toda antología corre el riesgo de la exclusión, ¿qué opina?
–Es una responsabilidad muy grande para un antólogo. Creo que hay dos lecturas en esto: la obvia, que es la de las inclusiones y la menos obvia, que son las exclusiones. Yo aspiro a que el balance de las inclusiones sea más poderoso que el de las exclusiones. Pienso que donde puede estar el punto más débil es en la representación nacional.
–¿Predominan los autores capitalinos?–Intenté hacer una antología no capitalina, lo que me obligó a revisar trabajos de todo el país y llegar a autores de todos los estados. Lo que lamento es dejar a muchos de valor afuera, pero en el momento de concretar la colaboración no siempre conté con sus mejores piezas. Entonces, no podía desequilibrar la muestra que siempre tuvo un nivel de exigencia alto." (el nacional)
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