domingo, octubre 08, 2006

Un comentario de Luis García Mora sobre los retos de imagen de Manuel Rosales

"Cuando Rosales finalice la batalla del cuerpo a cuerpo con Chávez, junto con la participación inclusiva de toda la intelectualidad y los sectores de la democracia venezolana, de la masa trabajadora, las clases medias empobrecidas y la economía informal, como se dice: le queda el round final. Que es mediático. Y es por eso que el Gobierno estaría intentando armar una estrategia de contención, en la cual se supone que Chávez tiene ventaja por su locuacidad, que habría sido educada en estos ocho años para hacerla menos gruesa y elemental.

Una estrategia que se armaría sobre la imagen de un individuo de condición humana indubitable que viene de abajo y que llega al poder con el único propósito de ayudar a los pobres. Pero, ¿en qué se equivoca la estrategia? Cuando terminan presentándolo como un ser supremo. Inalcanzable, intocable, intangible, para la sociedad, por lo que es capaz de levitar.

Y así ocurre. Parecida a la campaña de Saddam Hussein, antes del último fraude en Irak que lo llevó a contabilizar 96% de los votos, y después de la cual amanecieron estatuas ecuestres y retratos de su figura levitante a lo largo de toda la geografía iraquí. Cosa parecida --y esto también es importante-ocurrió con el ya extinto Kim Il Sung, quien también aparecía levitando en miles de imágenes, retratos, que condujeron a la definición por el heredero y la rosca coreana, de Líder Eterno: ¡Una guará! Porque esta estrategia mediática está concebida dentro de una visión rastacuerista, de culto a la personalidad. Pero después de este nuevo fracaso, seguro va a verse obligado a defender su obra de gobierno en un todo a todo con Rosales.

Y esta batalla final tiene que encontrar preparado a Rosales. Él sabe responder, es preciso en el ataque, y como dicen: lacónico pero contundente. Es un noqueador, como decía alguien. Y podrá demostrar ante Chávez su potencialidad de estadista y su potencialidad para enderezar el rumbo del país, lamentablemente torcido por este Kim Il Sung con chancletas". (el nacional)