martes, agosto 15, 2006

Un análisis experto sobre la designación de Nicolás Maduro como Canciller de Venezuela

En esta tierra de gracias, donde la independencia y equilibrio entre los poderes son tan sólidos que permiten que un presidente del órgano legislativo sea reclamado como ministro, el país amaneció un buen día con Nicolás Maduro, conductor del sistema Metro y seguidor de Sai Baba, como canciller.

Se lee el siguiente análisis en El nacional:

"Los internacionalistas Elsa Cardoso y Adolfo Salgueiro consideraron que la designación de Nicolás Maduro como titular del Ministerio de Relaciones Exteriores representa la "radicalización de la postura" venezolana en el ámbito internacional.

Cardoso señaló que el nombramiento demuestra que "viene una etapa de radicalización encarnada en un hombre al que el presidente Hugo Chávez le tiene confianza". Y agrega: "Su tarea allí será la de actuar como operador y mensajero útil para un momento que se aproxima".

Para Salgueiro, la designación hará aún más dura la posición antiimperialista de Venezuela. Reconoció que el diputado tiene vocación para viajar. Sin embargo, diferenció muy claramente lo que podría haber sido su desempeño en la "diplomacia parlamentaria" y lo que es la diplomacia profesional.

Cardoso mencionó las declaraciones de Maduro sobre Irán, Israel y Colombia, en las que se hizo eco de la posición oficial gubernamental. "En ese sentido no es discordante su designación", señaló la especialista, al tiempo que aseveró que el parlamentario "luce como una persona relativamente dócil que complementaría en su gestión el discurso desbordado de Chávez de las últimas semanas". También afirmó que Maduro no es "tan cortés como su predecesor, Alí Rodríguez Araque. El diputado es mucho más lanzado".


Comprometidos con la causa
Con respecto a Alí Rodríguez, quien estuvo ausente durante varios meses por razones de salud, Salgueiro explicó que aunque comulga con la ideología oficial "es una persona relativamente razonable con el cual quienes están en disenso han tenido alguna clase de diálogo". Indicó además: "Es con quien se puede entablar un diálogo, mientras que Maduro es un talibán".

Sobre cómo Estados Unidos tomará la designación, consideró que muy probablemente no será bienvenida, y señala que su impresión es que el jefe del Estado venezolano está buscando crear una crisis con el país norteamericano de tal magnitud que requiera el retiro de los embajadores correspondientes.

Además, complementó esta visión con una reflexión: "El nombramiento de Maduro revela carencia de cuadros, no hay cara nueva profesional que se asome".

(Trabajo de Laura Weffer)