domingo, marzo 25, 2007

Un amigo en tiempos de crisis: My therapy buddy

Siempre lo repetimos en los talleres: hay cuestiones últimas en nuestra esencia humana que no hemos podido -y seguramente nunca podremos- resolver por más tecnología, autoayuda, nueva era y otras especies a las cuales acudamos: la muerte, la soledad, la melancolía son algunas de nuestras parejas en esta poligamia emocional que no permite divorcio durante el tiempo de nuestra existencia física.

Por esta razón, empeñado el hombre como está en rebelarse frente a su destino, surgen sucedáneos y soluciones parciales para tratar de dar respueta a estas cuestiones últimas.

La primera vez que vimos a este muñeco azul y barrigón fue en American inventor, el capricho de Simon Fuller -creador de la franquicia Idol- y Peter Jones, nuevo magnate de la comunicación que busca contenido para su canal.

Richard Kopelle, su creador, llegó convencido de que llevaba la nueva respuesta para un público como el nortamericano que suele tener abiertos corazones, billeteras y chequeras para el entusiasmo más reciente.

Salió con las manos vacías y dándole uso a su invención como consuelo.

My therapy buddy: Ser y parecer

Kopelle dice que su muñeco es "un objeto transicional, en la forma de un acompañante personal diseñado para la internalización de varias funciones maternas, consideradas piezas fundamentales en la construcción de nuestra estructura psíquica. Es un amigo maravillosamente suave y abrazable que ofrece gran contacto táctil y provee emotivas y reconfortantes palabras de efecto positivo en nuestro bienestar emocional". Todo pulpero alaba su queso dicen por ahí.

En realidad se trata de una peluche relativamente grande, con brazos extendidos y que, al apretarse, repite con voz un tanto extraña "Everything is going to be all right". Eso es lo que hace. Simplemente.

Los jueces de American inventor fueron crudos con el buddy. El publicista Ed Evangelista, quien casi siempre es un "sí" asegurado, dijo: "Si alguien me ve caminando por la calle con esa cosa, me encerrarán [¿en un manicomio?]"

Peter Jones fue directo: "Si necesito que un muñeco me diga que todo va a estar bien, algo debe ir muy mal".

Así acabó el Inventor para Kopelle y el peluche azul pero continuó "el sueño".

My theraphy buddy: más vivo que nunca

¿Le parece que necesita uno de estos muñecos? Sólo 70 dólares que a cambio venezolano de hoy son bs. 150.500, que en bs. F. serán 150.5, lo separa (más envío, por supuesto). Únicamente hay que entrar al portal My therapy buddy y encargarlo.

Será más aseado y limpio que una mascota, menos exigente que una pareja, menos comprometedor que una muñeca inflable de sexshop. El único riesgo será que las autoridades aduaneras venezolanas piensen que es un sofisticado implemento para un intento de magnicidio, entonces tendrán que llamar al experto Pedro Carreño para evaluar a su bbudy, y tal vez nunca llegue a sus manos.

Sino puede comprar también franelas en dos modelos y se evita el problema.

O, simplemente, búsquese un cojín, abrácelo y haga click en el "replay" de esta página y así sabrá que, aunque venga el quiebre comunista con reconversión monetaria, aunque Fidel regrese al poder en abril, aunque Estados Unidos invada a Irán, aunque se acabe la educación privada usted puede estar tranquilo: Everything is going to be all right.

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