Un trio de poemas de Manuel Llorens, Ganador del premio Fernando Paz Castillo
tardos trenes oscuros
tardos trenes oscuros surgen despacio entre los rieles de un verso tardos trenes oscuros gatos metálicos contra mi imaginación tardos trenes oscuros gusanos negros se pudren en el pensamiento tardos trenes oscuros se hacen ovillo en el recuerdo pasean por el trópico escondidos en un libro tardos trenes oscuros Eugenio Montejo en la sala de emergencia que es la poesía abre las piernas de un universo y pare tantos tardos trenes oscuros sangrientos de noche hambrientos de mundo
Chacao
aquí en Chacao D.J. Trece en un lugar impensado de Chacao espera el cielo o el infierno las alcantarillas son la entrada al mundo por las calles de tascas viejas se disimulan niñas portuguesas aferradas a sus cruces los perros rompiéndose de calor en medio de la plaza los taladros bastándose a sí mismos cada cierto tiempo una golondrina se asoma y escupe un cenicero de su tripa ella se sacó un óvulo lo acarició con la lengua y lo puso delicadamente en mi mano la noche decidió agrietarme Goya aulló dentro de mí yo devoraba oscuridad ahora me masturbo pensando en un tren mientras los buques se desperdician en el alma
canción de amor para los lunes bancarios
un lunes bancario la avenida amaneció llena de selva amazónica un perro callejero hurga en el basurero de las horas te observo parada entre los carros como la fruta prohibida una liebre persigue una tortuga la paradoja de Zenón en la Avenida Francisco de
tardos trenes oscuros surgen despacio entre los rieles de un verso tardos trenes oscuros gatos metálicos contra mi imaginación tardos trenes oscuros gusanos negros se pudren en el pensamiento tardos trenes oscuros se hacen ovillo en el recuerdo pasean por el trópico escondidos en un libro tardos trenes oscuros Eugenio Montejo en la sala de emergencia que es la poesía abre las piernas de un universo y pare tantos tardos trenes oscuros sangrientos de noche hambrientos de mundo
Chacao
aquí en Chacao D.J. Trece en un lugar impensado de Chacao espera el cielo o el infierno las alcantarillas son la entrada al mundo por las calles de tascas viejas se disimulan niñas portuguesas aferradas a sus cruces los perros rompiéndose de calor en medio de la plaza los taladros bastándose a sí mismos cada cierto tiempo una golondrina se asoma y escupe un cenicero de su tripa ella se sacó un óvulo lo acarició con la lengua y lo puso delicadamente en mi mano la noche decidió agrietarme Goya aulló dentro de mí yo devoraba oscuridad ahora me masturbo pensando en un tren mientras los buques se desperdician en el alma
canción de amor para los lunes bancarios
un lunes bancario la avenida amaneció llena de selva amazónica un perro callejero hurga en el basurero de las horas te observo parada entre los carros como la fruta prohibida una liebre persigue una tortuga la paradoja de Zenón en la Avenida Francisco de
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