Una que bien baila: la escritora comunista venezolana Stefania Mosca

La primera vez que supimos de la existencia de Stefania Mosca fue en 1993, cuando ingresamos a la Universidad Metropolitana y leímos su nombre como parte del plantel profesoral del Departamento de Humanidades.

Sí, en la Universidad Metropolitana, ese antro del capitalismo construido por el mayor de los opresores del proletariado, el decano de la burguesía venezolana Eugenio Mendoza.

No recordamos de ningún ataque de vómitos o de urticaria severa que la entonces profesora Mosca haya tenido por estar a sueldo de semejante institución tan alejada de sus profundas convicciones políticas.

Sin embargo, al leer ayer en el Últimas noticias -insigne diario dirigido por el siempre independiente Eleazar Díaz Rangel- el más reciente artículo de la señora Mosca, en el cual se regodea con alegría mezquina y malsana, con el cinismo y la socarronería del resentido de la revocatoria de la concesión a RCTV y, en lugar de que su supuesta "posición crítica de intelectual" le permitiera ver más allá del afán de agradar al régimen para considerar el efecto que esta medida tendrá en contra de la libertad de expresión, se limita a decir que "por necio Marcel Granier perderá su fuente de poder".

Así son estos comunistas, ayer cobraban cheques en el seno de la oligarquía y hoy, mamando cómodamente de la teta del Estado, se dedican a ser sus adulones más persistentes...

La verdad está en la consistencia, decía Barthes...

¿Y en la inconsistencia?