Un análisis de Maripili Hernández sobre las posibles reacciones opositoras de cara a la elecciones del 3-D
"El problema que trae el desespero es que cuando la gente se encuentra en esta situación es capaz de hacer locuras o tonterías. Veamos algunos de los escenarios posibles que se pueden presentar estas próximas semanas: 1) Retiro de las candidaturas: frente a la posibilidad real de sufrir una derrota humillante, dado que Chávez duplicaría en votos a todos los demás candidatos juntos, se ha comenzado a hablar otra vez de que supuestamente no existen condiciones de transparencia electoral, y por ello deben ser retiradas las candidaturas presidenciales. Los principales voceros de esta opción son los dirigentes tradicionales de Acción Democrática. Y esto no es casual, porque como dice el dicho, más sabe el diablo por viejo que por diablo. Los adecos, probablemente porque tienen mucho más experiencia electoral que todos los otros partidos opositores, sabían que derrotar a Chávez era una tarea imposible, y desde el principio plantearon la posibilidad de no participar en el proceso electoral. Ahora, cuando es inexorable la derrota, los adecos retoman con fuerza su tesis inicial, la cual está teniendo eco en muchos de los miembros del comando de Rosales y de otros candidatos, para evitar que quede en evidencia la debilidad dramática opositora.
2) Participan en las elecciones pero declaran fraude: en caso de participar en las elecciones, necesitan obligatoriamente a quién echarle la culpa de una derrota de tales proporciones. Por tanto, ya están preparando el escenario para poder justificar un supuesto fraude que haría un poquito más llevadera la situación. Es por ello que se han presentado noticias como la supuesta vinculación de Smartmatic y un grupo que según ellos estaría cercano al gobierno, e incluso, con la complicidad del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se habría iniciado una investigación al respecto, para intentar montar el tinglado al que se hace referencia. Por todo esto, es sumamente importante tener claro que en los próximos días hay que estar preparados para escuchar cualquier cantidad de mentiras, calumnias y manipulaciones informativas orientadas a abonar el terreno del supuesto fraude.
3) Hacer una locura: con base en lo expuesto, no es de descartar que los grupos más radicales intenten hacer cosas que ya, lamentablemente, vivimos en la Venezuela de 2002 y 2003. Estaríamos hablando de tratar de hacer movilizaciones de calle para generar situaciones violentas o problemas de orden público, buscar un herido o un muerto, en fin, crear el caos. El problema es que no tienen la fuerza de calle para mover a muchas personas y esto llevaría a que se intentaran algunas locuras peores, como por ejemplo, propiciar atentados terroristas, como los que se hicieron contra las instalaciones diplomáticas de España y de Colombia en aquellos años, e inclusive, adelantar un atentado en contra de alguna personalidad pública o del propio Presidente de la República.
Dios no permita que nada de esto suceda, pero el desespero de unos obliga a la alerta de los demás. ¡Mosca!" (el nacional)
2) Participan en las elecciones pero declaran fraude: en caso de participar en las elecciones, necesitan obligatoriamente a quién echarle la culpa de una derrota de tales proporciones. Por tanto, ya están preparando el escenario para poder justificar un supuesto fraude que haría un poquito más llevadera la situación. Es por ello que se han presentado noticias como la supuesta vinculación de Smartmatic y un grupo que según ellos estaría cercano al gobierno, e incluso, con la complicidad del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se habría iniciado una investigación al respecto, para intentar montar el tinglado al que se hace referencia. Por todo esto, es sumamente importante tener claro que en los próximos días hay que estar preparados para escuchar cualquier cantidad de mentiras, calumnias y manipulaciones informativas orientadas a abonar el terreno del supuesto fraude.
3) Hacer una locura: con base en lo expuesto, no es de descartar que los grupos más radicales intenten hacer cosas que ya, lamentablemente, vivimos en la Venezuela de 2002 y 2003. Estaríamos hablando de tratar de hacer movilizaciones de calle para generar situaciones violentas o problemas de orden público, buscar un herido o un muerto, en fin, crear el caos. El problema es que no tienen la fuerza de calle para mover a muchas personas y esto llevaría a que se intentaran algunas locuras peores, como por ejemplo, propiciar atentados terroristas, como los que se hicieron contra las instalaciones diplomáticas de España y de Colombia en aquellos años, e inclusive, adelantar un atentado en contra de alguna personalidad pública o del propio Presidente de la República.
Dios no permita que nada de esto suceda, pero el desespero de unos obliga a la alerta de los demás. ¡Mosca!" (el nacional)
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