Una reflexión de Maripili Hernández acerca del "amor a la patria"
"Aunque parezca redundante, es necesario decir que un revolucionario debe tener amor por la patria. Esto pareciera obvio, pero dolorosamente no lo es tanto.
Hay muchos que se llaman a sí mismos revolucionarios, pero que no conocen detenidamente su propio país. Por ejemplo, a la hora de tomar unas vacaciones, su primera opción es el exterior.
Algunos saben más sobre la historia de Estados Unidos o la de Europa que sobre la historia de Venezuela. En fin, son los que con sus opciones reflejan, por la vía de los hechos, aquella terrible frase, que tanto daño nos ha hecho, de que todo lo que viene de fuera es mejor que lo nuestro.
Un revolucionario no puede simplemente decir que ama a Venezuela, sino que esto debe estar en coherencia con su comportamiento, con sus decisiones y con sus escogencias. Además, un revolucionario debe saberse de memoria su país. Conocer a fondo sus costumbres, sus tradiciones, la comida, la música, las manifestaciones culturales y religiosas, la literatura, la poesía, la geografía, la fauna, la flora, las etnias y la historia.
No se ama lo que no se conoce, por tanto, un revolucionario que no conozca su país, en el fondo no puede amarlo por completo." (el nacional)
¿Será que terminarán por practicar lo que predican?
Hay muchos que se llaman a sí mismos revolucionarios, pero que no conocen detenidamente su propio país. Por ejemplo, a la hora de tomar unas vacaciones, su primera opción es el exterior.
Algunos saben más sobre la historia de Estados Unidos o la de Europa que sobre la historia de Venezuela. En fin, son los que con sus opciones reflejan, por la vía de los hechos, aquella terrible frase, que tanto daño nos ha hecho, de que todo lo que viene de fuera es mejor que lo nuestro.
Un revolucionario no puede simplemente decir que ama a Venezuela, sino que esto debe estar en coherencia con su comportamiento, con sus decisiones y con sus escogencias. Además, un revolucionario debe saberse de memoria su país. Conocer a fondo sus costumbres, sus tradiciones, la comida, la música, las manifestaciones culturales y religiosas, la literatura, la poesía, la geografía, la fauna, la flora, las etnias y la historia.
No se ama lo que no se conoce, por tanto, un revolucionario que no conozca su país, en el fondo no puede amarlo por completo." (el nacional)
¿Será que terminarán por practicar lo que predican?
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