Un cuaderno de bitácora: la escritura de "Pies de barro" 2 parte
Alguna vez leí que un cuento o una novela es una forma de decir algo que no se puede decir de ninguna otra manera. Por lo tanto, cada evento, cada palabra, cada personaje debe contar y cualquier reducción a una premisa, a la trama, al tema deberían tener simplemente un carácter académico o pedagógico.
En gran parte, "Pies de barro" gira en torno a la idea de que muchas de las mudanzas de la vida es un cambiar para que todo siga igual, pero de cualquier manera se pierde mucho en ese proceso.
El día de hoy he estado acentuando esa premisa y trabajando en nuevos capítulos en los cuales siento que se han rescatado inquietudes, obsesiones profundas que, aparentemente, tienen poco que ver con lo que mi yo racional me dice sobre la historia.
Faltan pocas páginas para concluir el borrador, parecemos ir a buen tiempo.
A veces recuerdo aquella célebre dedicatoria de Jaime Bayly en su libro "La noche es virgen": a mí mismo, aunque no me lo merezco.
En gran parte, "Pies de barro" gira en torno a la idea de que muchas de las mudanzas de la vida es un cambiar para que todo siga igual, pero de cualquier manera se pierde mucho en ese proceso.
El día de hoy he estado acentuando esa premisa y trabajando en nuevos capítulos en los cuales siento que se han rescatado inquietudes, obsesiones profundas que, aparentemente, tienen poco que ver con lo que mi yo racional me dice sobre la historia.
Faltan pocas páginas para concluir el borrador, parecemos ir a buen tiempo.
A veces recuerdo aquella célebre dedicatoria de Jaime Bayly en su libro "La noche es virgen": a mí mismo, aunque no me lo merezco.
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