miércoles, julio 05, 2006

Un balance personal: Portugal-Francia, semifinal de la Copa del Mundo 2006

Lo mejor: Portugal, con excepción de su incapacidad de generarle situaciones de gol a su solitario delantero, se vio bien, especialmente Cristiano Ronaldo, que estuvo enloqueciendo a todo el mediocampo y la defensa francesa. Maniche, con cierto espacio para maniobrar, llevó la pelota y disparó. Figo trató de cubrir la mayor cantidad de terreno posible, incluso se le vio en defensa. En Francia, Ribery jugó en muchas ocasiones más hacia el centro, haciendo un enroque con Zidane, que funcionó. Zidane por su parte continuó con su gira triunfal de despedida, una verdadera humillación sufrieron quienes intentaron quitarle la pelota. Thuram y Gallas estuvieron inmaculados. Francia logró que todos sus amonestados, con excepción de Saha, se salvaran de la segunda amarilla que los inhabilitaba. El árbitro uruguayo Larrionda trabajó con diplomacia.

Lo peor: Eric Abidal tuvo una noche de terror, desajustado, sin ningún tipo de conexión con resto de su equipo. La única ventaja fue que Miguel, su contraparte portugués, tampoco tuvo una noche lucida e incluso salió lesionado. Pauleta, por circunstancia de juego y planteamiento, estuvo gris. Francia casi toda la segunda mitad, limitándose a la defensa, estuvo muy disminuido en su juego.

Lo más extraño: las constantes "lecciones" de los veteranos Thuram y Makelele a Ribery para que dosificara sus fuerzas.

El duelo individual: Thuram y Gallas contra el todo el ataque portugués, ganando hasta el final.