Una de fútbol y gobiernos militaristas: el mundial de Argentina '78 y la Copa América Venezuela 2007
La camarilla de militares que mandaba en Argentina lograron cumplir su sueño: conseguir un motivo de unidad nacional, un eje de unificación en torno a la selección de fútbol...
La patraña nacionalista llegó lejos, cada gol trató de convertirse en una reafirmación de la unidad del pueblo con el gobierno, Kempes fue el matador que no necesitó fusil, la Naranja Mecánica holandesa comprobó que para ganar en el fútbol hay que ser los mejores pero, además, ganar los partidos y el triunfo final de la Argentina ayudó a magnificar las implicaciones...
Es 2007.
Acá un ex-teniente coronel del Ejército, surgido del golpe y la conspiración hasta llegar al poder por la vía del voto gobierna Venezuela. En manos del vicepresidente de la república se encuentra el comité organizador del evento. En manos del ministro de la defensa lo relativo a la seguridad.
Desde mañana, día del sorteo, se comenzará el respectivo jabón para hacernos entender lo importante que es la justa y cómo se debe callar cualquier tipo de diferencia con el pretexto, otra vez, nacionalista...
Lamentable o afortundamente, Venezuela no es Argentina, y aunque apostamos a pase histórico a segunda ronda, no llegaremos mucho más allá, pese jugar con las selecciones de suplentes del continente...
Igual vendrán los llamados a la unificación, a la rendición ante el objetivo común...
Los militares sudamericanos están cortaditos todos por la misma tijera...
Etiquetas: A patada limpia, Deportes a sol y a sombra, Esto es Latinoamérica, La revolución a paso de vencedores
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