sábado, diciembre 16, 2006

Un reemplazo: Boca Jrs. encuentra en Miguel Ángel Russo el sustituto al desangelado Ricardo Lavolpe

"El miércoles, en el José Amalfitani, presenció la final entre el club que lo vio nacer y consagrarse como futbolista y el que sería su futuro equipo. En ese momento, Miguel Angel Russo jamás imaginó que estaba siendo testigo del clamoroso derrape de los que a partir de ayer se transformaron en sus nuevos dirigidos. A exactas 48 horas de que el Apertura se le terminara de escurrir de las manos, Boca ocupó el cargo que dejó vacante Ricardo La Volpe por el técnico que —también a velocidad de Internet— se mudó de Liniers a la Boca. "Dirigir a Boca es emocionante por donde se lo mire", dijo Russo, exultante por haber dado el paso más importante de su carrera.

Tres meses atrás, luego de la ida de Alfio Basile a la Selección, Russo le dijo que no a Boca porque quería respetar su contrato con Vélez, que vencía en junio de 2007. ¿Qué ocurrió para que ahora sí haya aceptado? "En la vida hay momentos y yo sentí que éste era el indicado", señaló ayer a la tardecita en la presentación oficial, escoltado por Mauricio Macri y Pedro Pompilio. Russo omitió decir algo que allegados suyos confiaron a Clarín: "La otra vez, la propuesta le llegó con el torneo ya comenzado. Ahora, en cambio, podrá empezar de cero y con los refuerzos que él pedirá".

Macri pronunció una frase que realmente cuesta creer: "Nosotros no se lo robamos a Vélez. Russo tomó la decisión de irse de Vélez antes de sentarse a hablar con nosotros". En Vélez, obvio, no piensan lo mismo.

Russo, quien llega acompañado por su cuerpo técnico de siempre (el profe Guillermo Cinquetti y Hugo Gottardi como ayudante), firmó un contrato por un año y las cifras no trascendieron. Sí se supo que el propio DT aceptó indemnizar a Vélez para rescindir su contrato.

Sabedor de que Gámez y Macri son enemigos públicos desde hace tiempo, Russo empezó a negociar su salida justamente con el hombre fuerte de Vélez. Fue el jueves a la noche, en una confitería del barrio de Belgrano. Gámez le dijo que prefería que se quedara y que no le causaba ni un poquito de gracia perder a su técnico a manos del Boca de su odiado Macri. Pero supo entender la postura de Russo, quien le recordó que en los últimos 12 meses no sólo rechazó aquel ofrecimiento anterior de Boca sino también uno reciente de San Lorenzo y otros del exterior.

Russo terminó de acordar su salida de Vélez ayer a las 16.30 y luego se dirigió a la Bombonera, donde firmó con su nuevo club. No hizo falta que los dirigentes le dijeran que el mayor desafío de 2007 será la Copa Libertadores.

Russo se encontrará con un plantel que en el último tramo de la era La Volpe tuvo divergencias internas. Y uno de los líderes de ese plantel es Martín Palermo, quien, cuando Russo dirigió a Estudiantes, tuvo que irse a San Martín de Tucumán por no ser tenido en cuenta. Ayer, Russo se encargó de neutralizar cualquier hipótesis de conflicto al recordar que "Palermo es un ídolo de Boca". Y el goleador también habló sin rencores de aquel episodio. Llegó a pura sonrisa, Miguel Angel. "Ojalá que cuando empecemos a jugar, también me pueda reír", soltó. Pero para eso habrá que esperar hasta el 15 de enero, cuando su Boca debute ante Independiente, en Salta." (clarín)

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