lunes, agosto 21, 2006

Un comentario del novelista Ignacio Padilla sobre el movimiento "crack" de la literatura mexicana

"Si Pessoa pudo crear él solo toda una generación en una Lisboa dictatorial y yerma de literatura, fue, ideas aparte, por cansancio. Una mañana, después de un sueño intranquilo, Álvaro de Campos despertó para escribir: `Porque oigo, veo. Confieso: es cansancio’. Y si algo está ocurriendo con las novelas del crack, no es un movimiento literario, sino simple y llanamente una actitud. No hay más propuesta que la falta de propuesta. Dejaremos a otros más piadosos elaborarla en su momento, que sin duda lo harán. No es ésta la única definición en discurso negativo, no sólo es la falta de contienda: cual si fuésemos escolásticos definiendo a Dios o al infierno, sólo podría decirse que, más que `ser algo’, las novelas del crack `no son muchas cosas’, son todo y nada (...) A veces, las definiciones matan al misterio, y una literatura sin misterio no merece la pena ser escrita. Ya nadie escribe novelas, o bien: ya nadie escribe novelas totales. Pero, me pregunto, ¿novelas para quién?".