Un fervor casi irracional: el chavismo más allá del amor
Ya lo dijo el propio presidente: es más que amor, frenesí...
Pero, si tomamos en cuenta a la gente que se tomó un descanso de su huelga de sangre frente a fondur para ir a votar rojo, los olvidados de Vargas que siguen indoblegables en su adoración, los buhoneros que no conocen sino un mundo infrahumano y amanecieron el lunes 4 con pancartas de celebración, la gente contra la lluvia oyendo a Hugo Chávez volver a decir lo mismo de siempre, este amor que pese al hambre o a la comida incompleta parece fortalecerse, estamos de acuerdo...
No es amor, es frenesí... y más que frenesí, locura...
¿O será, como sugiere Álvaro Vargas Llosa, Síndrome de Estocolmo?
Salud!
Etiquetas: En este país, Hugo Chávez superstar, La revolución a paso de vencedores, Reflexión sobre Venezuela
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