Una leyenda: Cal Ripken Jr. espera para ingresar por unanimidad al Salón de la Fama del béisbol
En un medio que se ha hecho más famoso por sus contratos desproporcionados y las drogas que estimulan el rendimiento, Ripken fue un ejemplo de ética laboral y rectitud casi para optar no a un lugar en el Salón sino a la beatificación.
Ripken fue -y sigue siendo- de esas figuras que han permitido mantener claridad en la brújula del béisbol.
Mañana tiene una cita con la historia: tiene la oportunidad inédita de ingresar al Salón de forma unánime...
¿Será que algún elector se atreve a dejarlo fuera de su planilla de votación?
y, si lo hace, ¿será que no ha vivido en la Tierra en los últimos 25 años?
Etiquetas: Deportes a sol y a sombra, maní y tostón, Papita
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